Érase una vez…
Un mago prestidigitador que tenía la capacidad de filtrarse por los sueños. Aparecía siempre vestido de blanco y negro. Sus colores contrastaban intensos y luminosos en el fondo de los escenarios oníricos. Su aura le envolvía en una luz etérea de color azul que irradiaba Amor y atracción a todo aquel que tuviera la suerte de conocerle.
Su chistera…
Su misteriosa chistera ocultaba gran conocimiento; estaba formada de partículas de oro y plata que se movían libres pero agrupadas dando ésta su forma e indicando que las dos fuerzas más opuestas unidas, son propias de los “Milagros Mayores.” ¿Qué sería un mago ilusionista sin chistera? ¡Esta era tan especial! Centelleaba sobre su cabeza protegiendo todo el poder de su mente. En ella guardaba su mejor truco: mostraba siempre su Vacío, pero llena iba de Amor.
Y sus ojos…
Su rostro era una combinación de dulzura y sabiduría, su tez desprendía un calor que transmitían paz, fe, confianza. Sus ojos no tenían color, adoptaban aquel que tuvieran los ojos de quien al mago mirada, dulce, amables, amorosos, para que cada espectador pudiera encontrarse (a si mismo) mirando su Alma. Su presencia irradiaba esa luz áurea de un color blanco azulado indescriptible, que te envolvía y te invitaba a creer en ti.
¡Sus manos…!
Siempre cubiertas con guantes blancos, dejaban estelas de luz en cada movimiento indicando claramente la pureza de sus actos. Una paloma blanca revoloteaba continuamente en su entorno y desaparecía sólo cuando éste separaba aquellas manos. ¡Qué mágica aquella paloma formada de diez dedos tal que alas luminosas! Parecía arrastrar las miradas de los espectadores pérdidas tras el rastro de luz que dejaba en su vuelo, como si tuviera la fuerza del mismísimo Espíritu Santo. Fuerzas iguales de opuestas, dos manos que unidas, tenían el poder de Crear de Nada.
Su número es el uno por la Unidad, el dos por la Dualidad y el tres por la Fecundidad. Tres palabras que lo identifican como El Poderoso, porque El guarda “el código secreto de las formas”. Por eso su nombre tres letras lo forman y como buen mago, su firma es un tanto especial.
Se llama Yel, pero a veces firma al revés dejando su nombre trazado dentro de un corazón para que quien le busque, sepa que El es “La Ley del Amor”.
Yel, puede moverse en el tiempo, hablar en pasado y en futuro, pero El nunca fue ni será, porque siempre Es. Él… creo el Tiempo y el Espacio, por eso es atemporal.
¡Fantasía!
Es su palabra favorita, la define así: “Capacidad de materializar la “Nada” de un modo lógico a través de la fuerza del Amor”. Su Lema es: “Nada eres sin Amor, nada eres sin Voluntad, nada eres sin Fantasía”.Nada se puede crear sin “La Ley del Amor”, todo lo que se ama se unifica y fortalece, y las “medias verdades”, o se buscan apasionadamente, o se desintegran.
Sus Partículas…
Guarda en equilibrio las ideas y las formas.
Las partículas doradas pertenecen al hemisferio derecho y las plateadas al izquierdo, bien sabe que nunca lógica e intuición han de separarse, ni poner en la balanza más de una que de otra.
Yel es el eclipse que se puede observar desde los dos lados para hacer “fantástico lo Real” y la “Realidad fantástica”. Habla a su público a través de la telepatía, y sólo cuando es escuchado, Yel se muestra para regalar su Sabiduría.
¡Lápices!
Conoce el truco de los pañuelos de colores y de éste ha creado toda su magia. Para El los colores son infinitos, mezclados se multiplican pero para unirlos se necesita una sustancia: El Amor. Su público favorito es de mirada transparente (como la suya), por eso es amigo de los niños. Yel aparece siempre en la infancia de cada uno de nosotros convertido en la primera caja de lápices de colores, (Es uno de sus trucos favoritos).
Después, se filtra por los sueños para tocar nuestras cabezas y sobre éstas, crear con sus manos la blanca Paloma, “La Magia”, para que al hacernos adultos, podamos seguir observando sus trucos. Pero si ya eres mayor…, si lo has olvidado, tal vez… tal vez seas tocado esta noche de nuevo y “Despiertes” para siempre a la Fantasía de Yel, porque si así fuera, no necesitaría el sueño para saber de Él.
A veces le gusta mostrarse en carne hueso y busca meticulosamente un alma noble limpia y sencilla, la localiza porque su aura tiene forma de Rosa, entonces, se queda a su lado para enseñarle de “Alta Magia”. Su elegido experimenta una transformación donde recupera todo el color, toda la luz de su propio Ser. Le prepara fiestas donde Yel, el Mago, observa sí a éste le nace llevar a esa fiesta una rosa. Y a modo de prueba por ver si ha entendido, telepáticamente le manda un mensaje a su oído: “Si tu la regalas… me quedo por siempre contigo.”
Yel crea palomas sobre las cabezas de sus elegidos, a veces despiertos, a veces dormidos, Hoy te trae una rosa y dentro, adormecido… “Aún se encuentra tu sueño que no se ha cumplido”
Web: carmenhaut.com
Mari Carmen Haut Gallardo
Mago Yel. 1995
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