Nunca La Kábalah ha estado tan cerca, quizás porque no nos hemos detenido a pensar lo que ello significa Sabiduría Secreta. Se oculta en su sencillez, pero siempre estuvo. Cuando me introduje en esta aventura de descubrir, nunca imaginé que me llevaría quince años descifrando las vidas de las personas. Hoy me siento satisfecha de mi trabajo, porque al pronunciar la palabra Kábalah, en gran parte del territorio español (donde he impartido mi curso “Psicoanálisis para el Alma”), puede sorprender el gran número de personas que ya aplican los beneficios de este trabajo terapéutico.
La herramienta del árbol personal ha sido el instrumento por el cual, hice el desarrollo de este gran Psicoanálisis.
La kábalah y el Árbol de la Vida.
Tan difícil y a la vez tan simple, esta herramienta esconde en su pura sencillez todos los códigos sagrados. 22 lecciones que todo el mundo debería escuchar al menos una vez en su vida. Cada una de ellas esconde el por qué de las cosas. Cada órgano del cuerpo, cada emoción, cada pensamiento, cada actitud ante una situación concreta, están reflejadas en el Árbol de la Vida.
Cada miedo, cada dificultad o periodos de crisis, cada manía, cada defecto y cada virtud. Todo, esta escrito en 22 caminos que fluyen por El Árbol en un circuito cerrado.
Cómo también está escrito el cometido que el Alma viene a desarrollar y de qué manera hacerlo, pero para sorpresa de todos los rebeldes, no es alguna tarea impuesta y desagradable que rompe con tu libre albedrío, sino que se refiere a realizar aquello con lo que mas te diviertes, mas salud te provoca, y mejor sabes hacer.
He aquí el gran mensaje: “Si somos hijos del Reino, actuemos como príncipes”. La tarea que trae El Alma es un proyecto digno, con una existencia digna y una vida saludable.
Las enfermedades y el Árbol.
Todas las enfermedades se reflejan en el Árbol de la vida. Los órganos se enferman cuando alguna actitud se lleva a los extremos, por eso la clave de la salud esta en la Templanza, y en el tiempo que dedicamos y los ritmos que damos a las cosas. A raíz de una mala niñez o educación se enferma de cervicales y de oídos, la dentadura se deteriora cuando la persona llega a determinada edad, y aun no ha aprendido a comunicarse. Las vértebras se descolocan cuando la persona no ha aprendido a imponerse su propia disciplina y limpieza o por exceso de esta. Los pulmones sufren cuando no se “deja respirar” la libertad, la circulación, cuando no se comprende que es difícil arrastrar en una sola corriente el sucio fluido de toda una vida; se vuelve lento el retorno si no sabemos vaciarnos de tristeza. De corazón se enferma, cuando uno ha estado reprimiendo sus impulsos y corazonadas, y cuando no se sabe aprovechar las oportunidades, las anemias son el resultado de dejarse vencer por una situación insoportable, es como tirar la toalla, las defensas bajan, y el hierro de tu espada de guerrero se oxida. Y así, un sin fin de claves encontré uniendo enfermedades a emociones, pensamientos y actuaciones de todos los pacientes durante todos estos años.
Sabiduría Secreta.
El verdadero conocimiento es tan esencial y tan lógico que se protege desde su propia sencillez. Esta es La Sabiduría Secreta, sólo desde una postura inocente se puede uno impregnar de la verdadera esencia de La Kábala. En la búsqueda de La Realidad, cada persona debe profundizar en su naturaleza genética. Los genes, El Génesis, el principio es siempre lo más original. Es en el principio de nuestra existencia cuando tenemos más cerca y fresco el contacto con esa Sabiduría, con ese Gen Original, con El Ori-gen.
Emociones, gustos, pensamientos y situaciones se conjugan para crear el entorno donde el alma se desarrollará. Después, al crecer, todo parece cotidiano, rutinario y normal, pero si pudiéramos observar todas las escenas con la mirada de un niño, sabríamos leer el mensaje oculto de las cosas y situaciones. Esa sabiduría que se esconde detrás de todo y que sólo está reservado a los inocentes. “Sólo como niños entrareis en el Reino de los Cielos”. Sólo los que no pretenden ningún poder consiguen encontrar la llave de La Kábala.
El Poder de la Kábalah.
No puedes robarle a La Kábala su poder, es ella quien te elige, no es al revés. No se puede utilizar de manera egoísta, No puedes hacer nada con ella, nada que ella no permita. No juegues a dominarla porque saldrás dominado, no la intentes coger, deja que ella te meza en sus llamas. Ella escoge a los inocentes, los que nunca saben nada, los enseña jugando a no saber. El poder no debe ser humano sino Cósmico, destruye los colectivos, separa.
La Sabiduría Secreta no se deja atrapar, es como el rayo, si encuentra un alma transparente lo cruza, le inicia y se va. De lo contrario, quién intenta retenerla, se quema con ella, el rayo calienta hasta quemar a su paso, es la prueba de fuego, porque ella está reservada a los puros de actos. No tiene que ver con obcecados estudiosos, ni con títulos acreditativos. No es cuestión de hermetismos ni ordenes secretas y selectivas. Es cuestión de nobleza, de pureza de Alma. “Ella es el nivel de conciencia alcanzado por aquellos que han cruzado el desierto de su soledad y recibieron el Maná, El Roció, El alimento de los Dioses. 22 semillas brotan dentro de uno mismo cuando se renuncia al poder, 22 llamas de fuego, 22 letras se impregnan en la piel del iniciado. Vivas, tejen alrededor de él, el Árbol de La Vida, y lo transforman para siempre en la hoguera sagrada de la Danza Del Fuego”.
Kábalah: Recepción
“A las puertas de la Verdad”
Cuando llegue la hora mágica, cuando a las 12 horas todo se desvanezca y nos encontremos sin las ropas de palacio, solo nos quedará una verdad, el encuentro con uno mismo. Es entonces cuando buscamos una “Realidad mayor”. La que no nos deje tirados en medio de la vida con nuestro vehiculo convertido en una diminuta calabaza.
La Kábala aparece en esos precisos momentos para desvelarnos las grandes mentiras, dónde la mente justifica sus dolores, excusas de una naturaleza infantil, dónde quisiera quedarse en el “pobre de mí”.
Ella da razones, bases sólidas. Derrumba las viejas ruinas de unos conceptos personales que mantienen al ser humano en una depresión urbanizada, cuando busca entre sus facetas y no logra encontrar el sentido de su vida. Desvanecen sus fuerzas cuando llegado a la mitad de su existencia se encuentra desnudo frente a su verdad y no logra entender qué pudo pasar para no hacer lo que verdaderamente le gustaba. Cuando se comprende por qué hemos tenido que pasar por determinadas experiencias, llegamos a agradecer que hayan sido así, pero solo los nobles, deciden atravesar la puerta de sus propias mentiras. Cuando estás preparado ella te espera.
En el principio creó Dios la kábalah, por cada día pronunció una letra, y en el séptimo día… descansó. Después cada hombre y cada mujer iban probando los frutos de todos los árboles porque sabían que Dios había escondido en uno de ellos la llave de la felicidad. Pero un día sin buscarlo, empezaron a llover semillas bajo el árbol que dormían, era el Árbol de la Vida, que generoso esparcía y regalaba su Esencia a los que tanto habían buscado.
M ª del Carmen Haut – Escritora, psicoanalista y terapeuta.